La gama de productos disponibles para el cliente actual es increíblemente amplia en comparación con la época de nuestros padres. A pesar de las constantes quejas, incluso el servicio al cliente es posiblemente mejor. La aparición del chat de ayuda en pantalla, por ejemplo, representa una mejora considerable respecto al servicio de atención telefónica de hace solo una década.
Dos fenómenos en particular están transformando los comercios. El primero de ellos es lo que podríamos denominar "personalización". Se trata de metodologías y tecnologías que permiten personalizar la experiencia de la venta minorista al nivel individual de cada consumidor. Este enfoque ha servido como catalizador para un sorprendente avance en áreas tales como el reconocimiento de los clientes, el análisis de datos, la comunicación digital personalizada, las promociones, la detección de los estados de ánimo de los compradores, las prendas de vestir que ayudan a los empleados a atender mejor a los clientes, etc.
En segundo lugar tenemos, en conjunto, los nuevos modelos de comercio minorista que se han materializado como resultado de estas tecnologías y métodos. Actualmente, los comerciantes pueden segregar grupos objetivo y dirigirse a ellos con precisión. La identidad de género, entendida cada vez más como algo fluido, puede representar la próxima frontera en el marketing.
El aumento del poder adquisitivo y cultural de la mujer también está repercutiendo en los modelos de venta al por menor. Si bien el marketing estereotipado por género de épocas pasadas no ha desaparecido del todo, al menos se está complementando con iniciativas de marketing y venta al por menor que engloban a las mujeres en toda su individualidad. Los consumidores de tallas grandes y los clientes de mayor edad también están recibiendo la atención que merecen.
Este informe ofrece un análisis del nuevo paradigma que rige las relaciones entre el vendedor por un lado y el cliente por otro.