Un pabellón como el Buesa Arena, aspirante a albergar acontecimientos de máximo nivel, necesitaba estar a la altura en cuestión de iluminación. No cumplía con los parámetros mínimos exigidos por los máximos organismos baloncestísticos nacionales y europeos, lo cual frenaba la ambición del club anfitrión, Baskonia, y de las instituciones locales, a la hora de pretender organizar partidos y torneos de elevada magnitud. La apuesta por Interact Sports les ha permitido, sólo unos meses después de la renovación, estar listos para albergar la fase final de la Euroliga 2019, el evento de mayor nivel en el baloncesto continental. Su propósito era el de estar a la vanguardia y mejorar tanto la experiencia global del usuario in situ como del telespectador, un objetivo conseguido con creces.